Cada vez aparecen más evidencias científicas que relacionan la restricción calórica, en sus diversas formas, con el aumento de la esperanza de vida.
Varios estudios epidemiológicos y ensayos clínicos, han demostrado que un alto consumo de proteínas hasta los 65 años se asocia a un aumento importante del riesgo de muerte en general y a un riesgo cuatro veces mayor de muerte por cáncer debido al aumento de los niveles de IGF-1 (un factor de crecimiento proenvejecimiento). La abundancia nutricional y la sobrealimentación aumentan este IGF-1, por lo que la restricción calórica tiene efectos beneficiosos sobre esto. Algunos agentes Farmacológicos y Micronutrientes, bloquean el efecto intracelular pernicioso de este IGF-1 y numerosos estudios indican que aumentan la esperanza de vida sana y la longevidad de diversas especies animales incluyendo primates.
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En Longevytum creemos que la longevidad no va de restricciones extremas, sino de estrategia, conocimiento y constancia. Por eso nos hace especial ilusión compartir que
En las últimas décadas, la medicina ha cambiado de forma radical. Si antes se centraba casi exclusivamente en tratar enfermedades una vez aparecían los síntomas,