El envejecimiento es un proceso inevitable que plantea numerosos misterios en la biología humana. Científicos de la Universidad de Harvard están desentrañando estos enigmas y revelando nuevos conocimientos.

Recientes investigaciones en Harvard han arrojado luz sobre la compleja relación entre la edad cronológica y la edad biológica, desafiando la concepción del envejecimiento como un proceso lineal e inmutable. Se han identificado tres momentos clave en los que el reloj biológico parece acelerarse. Jesse Poganik, experto en genética de Brigham y coautor del estudio, destaca la dinamicidad de la edad biológica.

Estos momentos cruciales son la cirugía, el embarazo y la infección por coronavirus. La cirugía genera estrés fisiológico, acelerando el envejecimiento. Sin embargo, la recuperación puede variar, en algunos casos experimentando una reducción en la edad biológica. Durante el embarazo, los cambios físicos y hormonales también aceleran la edad biológica, aunque después del parto, se produce una reducción. La infección por coronavirus ha demostrado acelerar el envejecimiento, pero la recuperación parcial es posible mediante la restauración de los niveles de metilación del ADN.

Además de estos factores, el estrés y su duración también influyen en el envejecimiento. El estrés crónico acelera la edad biológica, pero el estrés agudo de corta duración puede revertir los signos del envejecimiento.

Esta investigación representa un importante progreso en la comprensión del envejecimiento. Abre oportunidades para futuras investigaciones y posibles intervenciones que mejoren la calidad de vida en la tercera edad.

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